En la novela ("nivola") Augusto va a ver a Unamuno y
éste le dice que no puede suicidarse porque no vive solo, sino que es
un ente de ficción. Después se da cuenta de que todo es un sueño, un
sueño de su vida.
Augusto se rebela contra su no-existencia. Al final muere y le manda un
telegrama a Unamuno en el que le dice "enhorabuena, se ha salido usted
con la suya". La novela termina con una oración fúnebre a cargo de
Orfeo, el perro de Augusto.
Toda la novela se configura como una extensa confesión metafísica.
Unamuno se despieza a sí mismo, se convierte en ficción, se reinventa.
Por ello su personaje acaba cobrando vida: la pretensión de la obra es
cohesionar de tal forma ficción y realidad que el propio lector se
sienta confuso, cierre las páginas del libro preguntándose aún qué hay
de cierto y qué hay de novelesco (de nivolesco) en él. De esta
forma se transportan al sentir de Miguel por entonces: un periodo de
crisis, de preguntas, de vacíos espirituales.
Es
interesante al respecto uno de los párrafos del libro, referente al
novio de la amada del protagonista. Cuando aparece, Augusto Pérez se
pregunta a sí mismo qué papel juega en su vida, en la vida de ella. Él
es, ahora, el otro. Y jugando con ese pronombre Unamuno se embarca en
una divagación filosófica acerca de la personalidad y el rol que interpretamos tanto en nuestra vida como en la de los demás.
LA TÍA TULA .
.Es
una de las novelas más conocidas de Unamuno. Aunque comparte con otras
novelas el estilo y las preocupaciones habituales del autor, esta novela
incluye como factor diferencial el erotismo, un erotismo sutil y sólo
en escasos momentos explicitado. La trama de la novela se sustenta en la
práctica antropológica del levirato y el sororato en un contexto de represión sexual.2
Esta novela narra la vida de Gertrudis, también llamada la Tía Tula, y
los sacrificios que realiza durante su vida para satisfacer sus ansias
de maternidad.
Esta obra es caracterizada por tener como tema principal el amor maternal.
SAN MANUEL BUENO.
San Manuel Bueno, mártir es una novela escrita por Miguel de Unamuno (1864-1936). Se publicó por primera vez en 1931, como parte de una revista, y en 1933 se volvió a publicar en San Manuel Bueno, mártir, y tres historias más.
Para enmarcar el relato, sabemos que el adverbio «ahora»
es de suma importancia ya que hace referencia al tiempo que pasó, al
tiempo que transcurrió en la vida de Ángela Carballino y por lo tanto al
tiempo mismo de la novela. Ahora Ángela ya es adulta: «a mis más que
cincuenta años». Con el transcurso del tiempo se produce un cambio de
madurez importante; también cambió su relación con Don Manuel, el rol
maternal que cumplía él, llegó a revertirse cuando confiesa a Ángela su
secreto; por lo tanto transcurre en la época en la que se escribe
(principios del siglo XX) tanto como el trato que tenía hacia él.
PORTADAS.
NIEBLA LA TÍA TULA
SAN MANUEL BUENO
POEMAS DE UNAMUNO.
¡Dime qué dices, mar!
¡Dime qué dices, mar, qué dices, dime!
Pero no me lo digas; tus cantares
son, con el coro de tus varios mares,
una voz sola que cantando gime.
Ese mero gemido nos redime
de la letra fatal, y sus pesares,
bajo el oleaje de nuestros azares,
el secreto secreto nos oprime.
La sinrazón de nuestra suerte abona,
calla la culpa y danos el castigo;
la vida al que nació no le perdona;
de esta enorme injusticia sé testigo,
que así mi canto con tu canto entona,
y no me digas lo que no te digo.
Al amor de la lumbre
Al amor de la lumbre cuya llama
como una cresta de la mar ondea.
Se oye fuera la lluvia que gotea
sobre los chopos. Previsora el ama
supo ordenar se me temple la cama
con sahumerio. En tanto la Odisea
montes y valles de mi pecho orea
de sus ficciones con la rica trama
preparándome el sueño. Del castaño
que más de cien generaciones de hoja
criara y vio morir, cabe el escaño
abrasándose el tronco con su roja
brasa me reconforta. ¡Dulce engaño
la ballesta de mi inquietud afloja!
Castilla
Tú me levantas, tierra de Castilla,
en la rugosa palma de tu mano,
al cielo que te enciende y te refresca,
al cielo, tu amo,
Tierra nervuda, enjuta, despejada,
madre de corazones y de brazos,
toma el presente en ti viejos colores
del noble antaño.
Con la pradera cóncava del cielo
lindan en torno tus desnudos campos,
tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro
y en ti santuario.
Es todo cima tu extensión redonda
y en ti me siento al cielo levantado,
aire de cumbre es el que se respira
aquí, en tus páramos.
¡Ara gigante, tierra castellana,
a ese tu aire soltaré mis cantos,
si te son dignos bajarán al mundo
desde lo alto!
FRASES DE UNAMUNO.
Besos que vienen riendo, luego llorando se van, y en ellos se va la vida, que nunca más volverá.
Se viaja no para buscar el destino sino para huir de donde se parte.
A veces, el silencio es la peor mentira.
La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.
Hay que sentir el pensamiento y pensar el sentimiento.